Kid Poker, el apodo de la leyenda

Cuando en los círculos expertos en póker se pone sobre la mesa el nombre de Daniel Negreanu, el que más y el que menos sabe que no queda otra que descubrirse con respeto ante uno de los grandes campeones de este deporte mental. Su trayectoria es un referente para todos los amantes de los juegos de casino online, así que vamos a compartirla contigo.
Los inicios
Negreanu, que tiene nacionalidad canadiense y orígenes rumanos, nació en 1974 en la ciudad de Toronto, Canadá. Desde mediados de los años 90 del pasado siglo, Kid Poker, como es conocido en los círculos especializados, se lanzó a la aventura que supone Las Vegas.
El resultado de esta primera incursión en los grandes circuitos de póker por poco echa por tierra la carrera del jugador. Es más, en pocos meses consiguió perder prácticamente todo el dinero que había acumulado en años anteriores, por lo que en el 97 tuvo que volver a Toronto.
De nuevo en su ciudad de origen, Daniel consiguió sumar otra buena racha de victorias y, como sucede con cualquier campeón, retomó el reto de ganar a lo grande en Las Vegas para quitarse el mal sabor de boca que le había dejado su anterior aventura.
¿Lo consiguió? Sobradamente. La primera parada en el tren del éxito al que subió Negreanu llegó en 1998 cuando se llevó el campeonato Pot Limit Holdem con una bolsa de 2000 dólares y que entregaba un brazalete de las WSOP, algo que le condujo a ser el más joven en conseguir uno.
Aquella primera victoria supuso un cambio radical en la mentalidad del canadiense. De haber fracasado estrepitosamente en su primera incursión en el mundo del póquer profesional a llevarse un brazalete de las WSOP hay un abismo que Negreanu superó en cuestión de un par de años.
Desde entonces, el nombre de Negreanu estuvo siempre en las quinielas de las mesas de póker físicas o de los casinos online para ser el campeón en cualquier prueba a la que se presentase.
Cuando ganar las WSOP se convierte en rutina
Pero ser el más joven de la historia en conseguir un brazalete de las WSOP no era suficiente para Negreanu, por lo que siguió con su empeño de crecer y crecer.
En los siguientes años fue acumulando victoria tras victoria hasta contar con nada más y nada menos que 6 brazaletes de las WSOP y con unas ganancias acumuladas en partidas de más de 29 millones de dólares.
Cualquier otro jugador se habría retirado o habría seguido jugando para ganar más y más. No así Negreanu, quien decidió emprender una serie de aventuras para buscar un lugar que le permitiese seguir aprendiendo.
Buena parte de los conocimientos que adquirió como embajador de GGPoker o como encargado de la sección de póker de algunos casinos de Las Vegas los comparte con todo el mundo a través de su canal de YouTube.
Según el mismo Negreanu, enseñar a los demás cuáles son sus estrategias y cómo ha conseguido convertirse en un experto del póker es algo que le llena tanto o más que ganar los brazaletes de las WSOP.

Un curioso modo de motivarse
La historia de Negreanu no puede estar exenta de curiosidades. Una de las más interesantes es la curiosa forma que el canadiense tiene de motivarse. Daniel es un gran amante de las películas de Rocky, ese boxeador interpretado por Sylvester Stallone que causó sensación desde su lanzamiento.
Pues bien, justo antes de cualquier torneo importante, Negreanu se aísla del mundo y ve de forma continuada todas las películas que se han lanzado de la saga de Rocky para llenarse del espíritu competitivo de un boxeador capaz de superar cualquier derrota, algo con lo que él se identifica sin duda alguna.
No hay que quitar importancia a estas técnicas de motivación, y es que cada jugador, incluso los no profesionales que se dispongan a jugar al casino en línea, pueden tener una herramienta ideal si encuentran un método que les sirva.
En definitiva, la figura de Daniel Negreanu es una de las que más cosas positivas transmite en la historia del póker por su determinación para alcanzar el éxito que hoy se traduce en 6 brazaletes de las WSOP.