¡No dejes tus tarjetas regalo sin usar!

Vales de regalo

Fuente: Pixabay

La practicidad de las tarjetas regalo las ha convertido en el regalo más popular para la época navideña por 13.er año consecutivo. ¡En 2019, este sector relativamente joven registró la increíble cifra de 171 500 millones de $ en ventas! Aunque la cifra hace que nos quedemos ojopláticos, aproximadamente el 6 % de las tarjetas regalo o, lo que es lo mismo, más de 10 000 millones de $, ¡jamás se llegan a utilizar, por una cosa u otra! Pero la cosa no queda aquí. Si la combinamos con los saldos no canjeados que tienen las tarjetas regalo, la cantidad sin utilizar sube hasta el 19 %, o aproximadamente 329 500 millones de $. En perspectiva, ¡nos encontramos ante una cifra que es más alta que el PIB de Islandia! Por si no fuese lo suficientemente lamentable que estas tarjetas regalo no se utilicen, sus dueños ni siquiera las venden en los sitios de intercambio de tarjetas regalo ni en los mercados en línea, tampoco las utilizan en ningún casino online ni las permutan en los sitios web de juegos de casino online español. ¿Qué es lo que está pasando aquí entonces? ¿Por qué la gente regala cantidades ingentes de tarjetas regalo y por qué hay tantas personas que ni siquiera las utiliza?

¿Por qué la ocurrencia de regalar una tarjeta regalo?

Una tarjeta regalo es algo práctico tanto para el que hace el regalo como para el que lo recibe. En el caso del primero, las tarjetas regalo eliminan el estrés que supone romperte la cabeza pensando qué comprar para tus seres queridos y amigos. Ya no tienes que hacer de Sherlock Holmes para descubrir los gustos, los intereses o las necesidades de la gente. Puedes regalar tarjetas regalo de mercados en línea gigantes, como Amazon y eBay, donde cualquier persona puede encontrar algo que quiera.

Si tienes una ligera idea de lo que le gusta a la persona en cuestión, puedes comprarle tarjetas regalo más específicas en iTunes (música), Google Play (aplicaciones, libros o películas) o Steam (juegos). De esta forma se elimina la presión que supone decepcionar a tus seres queridos el día de Navidad por la mañana o en sus cumpleaños por culpa de esa compra nada acertada. En el caso del segundo, ¡tiene un control total del color, la talla y el estilo del vestido, la camisa o los zapatos que quiere!

En el caso de las personas con familias numerosas, ¡con las tarjetas regalo podrán hacer regalos del mismo valor a todo el mundo! Los hermanos dejarán de estar haciendo cálculos mentales sobre el valor de los regalos que les han hecho a sus otros hermanos o hermanas. Los compañeros de trabajo en las celebraciones de oficina no empezarán a hacer correr rumores sobre ese aparentemente caro regalo a María, la recepcionista. La cosa es que dejarás de oír voces de favoritismo. Para siempre. Las tarjetas regalo son una forma de demostrar que quieres a todos los miembros de la familia y a tus compañeros de trabajo por igual (¡nadie tiene por qué enterarse de que María recibió dos tarjetas regalo!).

Además, no tendrás que pasarte horas al volante para ir a centros comerciales abarrotados en temporada alta: adiós al tráfico denso en carreteras nevadas, adiós a tener que pelearte con desconocidos por el último juguete sobre una balda, y adiós también a visitas de última hora a la tienda más cercana (y es que siempre se nos olvida comprarle un regalo a algún primo).

¿Y hemos dicho que también te evitarás tener que pasarte horas envolviendo los regalos, con el riesgo que ello supone de sufrir cortes serios?

En el peor de los casos, si a la persona no le gusta la tarjeta regalo, tiene la opción de venderla o permutarla.

¿Y por qué hay tantas tarjetas regalo que se quedan sin utilizar?

A pesar de las numerosísimas ventajas que tienen las tarjetas regalo, el principal motivo de que no se utilicen es que a las personas que las reciben no les gusta recibirlas. Para algunos, una tarjeta regalo quiere decir que su ser querido no se ha preocupado por conocer sus intereses y hobbies. Tampoco han invertido lo suficiente en la relación ni han ido un poco más allá para dedicar tiempo a encontrar un regalo personalizado. Las tarjetas regalo son la causa del deterioro de muchas relaciones.

Sin embargo, también hay otros factores que contribuyen a que las personas que reciben las tarjetas regalo no las utilicen. Algunas tarjetas regalo se tienen que canjear en persona, en la tienda. ¿Te apetecería conducir más de 15 km hasta el centro estando de vacaciones solo para canjear una tarjeta regalo de 20 $ de una librería que tu hermana te ha dado? ¿O vas a esperar a sacar un hueco para hacerlo? ¿Cuánto tiempo pasará antes de que te olvides de la tarjeta? ¿Y cuánto antes de que caduque?

¿Y qué me dices de las tarjetas en línea que no se pueden canjear del todo? Imagínate que estás intentando agotar los últimos 2 $ que te quedan en la tarjeta, pero el producto más barato que hay en la tienda cuesta 3 $. Bueno, te dices a ti mismo, vamos a esperar a que pongan una oferta - y en menos de lo que canta un gallo, te olvidarás de ello.

Estas cantidades pueden parecer pequeñas, pero, con el tiempo, se pueden acumular hasta alcanzar una cantidad ridículamente ingente. Y aquí los únicos que salen ganando son los minoristas que vendieron las tarjetas regalo. Están encantados con los clientes que compran tarjetas regalo que nunca se canjean.

¿La moraleja? Gasta cada céntimo de tu tarjeta regalo. Véndela o permútala si no te queda más remedio, aunque sea por un valor ligeramente inferior.

Seven 7’s llega el próximo 18 de febrero Consejos Para Mantener Tus Ojos Saludables